«…El varón de Dios es, que fue rebelde al mandato de Jehová…». 1 Reyes 13: 26b
Lectura: 1 Reyes 13:11- 26
¿Ha creído usted en Cristo como su Salvador personal? ¿Hace cuánto le conoce, un año, dos, veinte años? ¿Qué tanto ha crecido en Cristo? ¿Las personas que lo conocen lo consideran maduro en Cristo? Lea conmigo 1° de Reyes 13:11, fíjese en la manera de llamar a este profeta: «Viejo profeta», la Biblia menciona muchos profetas de Dios, y aunque seguramente muchos eran ancianos, es únicamente a este que le llama «Viejo…». Continúe leyendo por favor y vea cómo al otro individuo se le llama «Varón de Dios», el pasaje nos relata como este «viejo profeta» desvía al «varón de Dios» de su propósito de seguir fielmente las instrucciones de Dios. El vs. 18 dice: «Un ángel me ha hablado…», pero antes, «Yo también soy profeta…». El Nuevo Testamento nos advierte de gente con apariencia de piedad pero que niegan la eficacia de ella, estará de acuerdo conmigo en el gran peligro que encierra gente como ésta, que porque tiene muchos años de «antigüedad en Cristo» cree que tiene alguna autoridad. El hombre de nuestro relato seguramente había conocido a Dios lo suficiente como para tener revelaciones de parte de Él, suficientes como para ser conocido como Profeta, pero se hizo viejo sin continuar la comunión con Dios, tal vez pensó que era suficiente «crear fama y echarse a dormir». Me parece que este «viejo profeta» sí tiene algo que decirnos a mí y a usted, es que tengamos cuidado, seamos diligentes en nuestra comunión con Dios, no sea que envejezcamos sin madurar y al final tengamos: absolutamente nada que compartir. -GCZ
Entre más conozco a Dios más me convenzo de la tragedia que es seguirle de lejos.
Revista Vida Plena 